Congregación de Jesús y María
Amigos y socios de Versalles
Provincia de Francia
Los amigos y asociados de Versalles forman un pequeño grupo, de tres asociados, vinculado a la comunidad eudista "Bienheureux Ancel". Sus misiones suelen estar vinculadas a centros educativos católicos eudistas.
Se alegran especialmente de proponer esta oración para el 19 de mayo de 2024, solemnidad de Pentecostés. Invocaremos juntos al Espíritu Santo, amigos, asociados, miembros incorporados y candidatos de todas las Provincias.
Pongámonos en presencia del Espíritu Santo en un momento de silencio, y luego alabémosle con esta oración compuesta por San Juan Eudes:
Señor Jesús, que la fuerza del Espíritu Santo penetre completamente en nosotros para que no obremos según nuestro deseo, sino por tu acción constante y tu poder. Amén
(O.C. lll, 273)
Al atardecer del primer día de la semana, cuando las puertas del lugar donde se alojaban los discípulos estaban cerradas por miedo a los judíos, vino Jesús y se puso en medio de ellos. Les dijo: "¡Paz a vosotros!
Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.
Jesús les dijo de nuevo: "¡Paz a vosotros! Como el Padre me ha enviado, así os envío yo a vosotros.
Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo.
A quienes perdonéis los pecados, les serán perdonados; a quienes se los guardéis, les serán guardados.
"¿No sabéis, dice San Pablo, que vuestros cuerpos son templo del Espíritu Santo (I Cor 6,19)?
Y porque sois hijos de Dios, Él ha enviado a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo (Ga 4,6).
El Espíritu Santo nos ha sido dado para ser :
el espíritu de nuestro espíritu
el corazón de nuestro corazón
y el alma de nuestra alma
y para estar siempre con nosotros y en nosotros como en su templo.
Consideremos atentamente estas verdades y grabémoslas profundamente en nuestro corazón, para que nos exciten
* a bendecir y amar a Dios por las infinitas obligaciones que le debemos por habernos hecho cristianos;
* a detestar nuestra ingratitud y pecados pasados;
* y a llevar en adelante una vida digna..:
-de la perfección del Padre cuyos hijos somos,
-de la santidad de la Cabeza de la que somos miembros,
-y de la pureza del Espíritu, de quien somos templo.
Hoy, Señor, por el misterio de Pentecostés, santificas a tu Iglesia entre todos los pueblos y naciones; derrama los dones del Espíritu Santo sobre la inmensidad del mundo, y continúa en los corazones de los creyentes la obra de amor que iniciaste al comienzo de la predicación del Evangelio.
V/ Bendito sea el Señor, aleluya, aleluya.
Damos gracias a Dios, aleluya, aleluya.