Juan Eudes es un apasionado seguidor de Cristo. Desde muy joven, al parecer, tomó conciencia de que debía conformarse al Cristo muerto y resucitado.... y vivir sólo en Dios, con Jesucristo. O, dicho de otro modo, en la fuente del amor... donde ya vive María.
Juan Eudes formó parte de la segunda generación de la Reforma católica en Francia. Bérulle, François de Sales, Vincent de Paul inventaron los principios para la aplicación del Concilio de Trento en Francia. Juan Eudes debía arraigar en el pueblo lo que ellos habían comenzado.
Su espiritualidad era ante todo bautismal: quería que Jesús continuara y realizara su vida en cada cristiano. Su espiritualidad era bautismal, pero también estaba abierta a los laicos, hombres y mujeres.
Apoyó y acompañó los grandes movimientos laicales de la época: la Compañía del Santísimo Sacramento, el Hermitage. Como muchos santos de su tiempo, mantuvo profundos intercambios espirituales con algunas mujeres, como Laurence de Budos o Marie des Vallées... También se comprometió decididamente en la defensa de las mujeres, que más tarde serían llamadas prostitutas.
Su vida espiritual floreció en una actividad apostólica muy misionera. Gritaba "¡Fuego, doctores!", quejándose de los que se quedaban en la Sorbona en lugar de ir a anunciar el Evangelio. Es un misionero de corazón. Habla a los grandes, pero ama a los pequeños. Está presente cuando hay una plaga, aunque tenga que vivir en un barril, y recorre el campo predicando "misiones".
Pero, por todo ello, busca darse los medios para realizar su ambición de hacer amar a Cristo y funda una congregación para formar sacerdotes, predica, escribe libros, compone oficios litúrgicos...
Y siempre contempla la misericordia de Dios. Fue contemplando el corazón de María como Juan Eudes descubrió el corazón de Jesús... y el amor que existe entre ambos.
En una época en la que el jansenismo parecía instalar una visión pesimista del corazón humano, Juan Eudes estaba seguro de que el corazón humano es el lugar "natural" del amor de Dios.
Mgr Michel Dubost, c.j.m.
Obispo de Évry-Corbeil-Essonnes